Corría 2006 y Cerveza Cristal lanzaba un comercial resaltando los valores chilenos a través de distintos ejemplos.
Ambientado en un bar porteño, un grupo de amigos conversa de que siempre en alguna parte del mundo hay un chileno metido.
Ahí aparece el guatón de Lost, la nana millonaria y el hoy concejal de Ñuñoa Eduardo Topelberg hablando del vocalista chileno de Slayer.
Extrañamente, aparece en la barra una en ese entonces desconocida modelo argentina llamada Mariana Marino, recordando con doblaje nacional al Conejo de los manís de Nueva York.
Como para arreglar el cagazo del comercial que enfatiza lo nacional, aparece la chilena de Sandrino Castec en su debut en la Selección frente a Argentina en 1980, relatada por Pedro Carcuro, aparición que por cierto no le gustó al jugador.
Para terminar recuerdan al chileno que compró la luna.